La traducción literal es Atención Plena, que surge como una habilidad innata de las personas para ser conscientes y darse cuenta de lo que está sucediendo en ese momento, cuando está sucediendo. Es conectar con nuestra presencia en tiempo real, con apertura, curiosidad y amabilidad para ese encuentro. Es una invitación a ir soltando el “piloto automático” y los patrones con los que usualmente reaccionamos ante los distintos eventos de nuestra vida cotidiana, que a través de la práctica puede ir abriendo nuevas posibilidades para escoger otras formas de reaccionar, enfrentando de una manera más constructiva las distintas experiencias de la vida.
